Responsabilidad Afectiva
La responsabilidad afectiva implica establecer relaciones o vínculos consecuentes, de forma igualitaria y con empatía. Una persona responsable afectivamente es aquella capaz de hacerse cargo del impacto emocional, de las consecuencias y de las expectativas que sus interacciones podrían estar generando en las personas con las que se relaciona2. La responsabilidad afectiva consiste en ser claros, respetuosos y empáticos con lo que pueda sentir el otro. También implica comunicar o manifestar nuestras expectativas y sentimientos sobre la relación, establecer límites, cuidado mutuo, comprender el peso de nuestras acciones y mantener una buena comunicación.